Aprende con los Cursos de ETFs y Fondos de Inversión
Una de las promesas que le había hecho a mi abuela era que iría a alguno de sus programas de la tele favoritos.
Desde que vino de Cuba hace dos años con 86 años se había aficionado desde La Ruleta de la Suerte, Pasapalabra y cuántos concursos había en cualquier canal de televisión.
Cuando tenía 16 había ido representando a mi colegio a un programa de televisión de la isla, llamado “Encuentro con Clío” y gané como trofeo la cerámica más fea que recuerdo
Quería complacer a mi abuela pero el ritmo de trabajo que tenía ni me pasaba por la mente apuntarme a ninguno.
Cuando renuncié a mi anterior empleo vi la oportunidad de hacerlo.
Primer intento
En Septiembre de 2023 me apunté al casting de El Cazador, un programa que no conocía antes pero que en las tardes de sofá con mi abuela me había aficionado.
Unas semanas después me llamaron y parecía inminente mi participación. Incluso recuerdo como comentaba a mis compañeros cuando me preguntaban a que me iba a dedicar, les decía que no sabía pero que al menos me había apuntado a un concurso de televisión.
La mayoría me daban por loco y es normal.
Cuando aquello no tenía en mente el proyecto de Salud Financiera y un buen resultado en el concurso podría garantizarme con mis ahorros unos meses de tranquilidad mientras decidía que hacer con mi vida.
Pasaron las semanas y no llegaba la llamada.
En enero de 2024 unos días después de empezar esta newsletter llegó. El concurso había cambiado su formato y ahora había la posibilidad de durar más de un programa.
Me preguntaban si tenía disponibilidad de estar varios días y mi nueva realidad de podcaster con menos escuchas que conocidos, me venía genial
Lo que sucede conviene pensé.
Me puse a estudiar y me aficioné a dedicar una hora al día a la aplicación de Pasapalabra, incluso organicé un Notion para organizarme.
Llegó febrero y las llamadas organizativas que eran semanales dejaron de llegar.
Un concursante mientras tanto cumplía con lo que era mi sueño en el programa. 27 programas y un bote de 155.000€
Unos meses después supe que el programa había cambiado de productora y que por tanto se había una nueva oportunidad de empezar el casting de cero.
Segundo Intento
En septiembre de 2024 decidí volver a intentarlo.
Me apunté en la nueva web y a los pocos días llegó la llamada. Volví a pasar la hora del casting y unas horas después tenía la confirmación de que esta vez si participaría.
Justo esos días tuve la conferencia en Value School y los días posteriores a nivel económico fueron los mejores de Salud Financiera, con muchas personas descubriendo esta newsletter y cursos.
Si hubiera sido tres meses antes cuando parte de mis ahorros se habían volatilizado y casi nadie compraba los cursos o escuchaba el podcast la presión hubiera sido mayor.
¿Cómo funciona el concurso?
Si no eres de ver la tele te explico un poco el formato.
Cuatro concursantes que no se conocen intentan superar fases y responder mayor cantidad de preguntas que un cazador
Los cazadores son aleatorios y son alguna de las personas con más cultura general del país (Ganadores de Pasapalabra, de Boom e históricos de Saber y Ganar).
La primera fase tienes 1 minuto para responder la mayor cantidad de preguntas posible. Con cada pregunta respondida acumulas 200€ que solo te llevarás si superas la siguiente fase.
En la segunda fase te enfrentas al cazador.
El concursante puede elegir a cuantas preguntas correctas quiere situar su salvación.
Mientras más lejos se sitúe más dinero puede ganar pero más riesgo tiene de que algún fallo pueda hacer que el cazador te pille y lo pierdas todo.
Si logras salvarte ese dinero ya es tuyo como premio del concurso.
En la última fase del programa los concursantes supervivientes tienen 2 minutos para responder como equipo la mayor cantidad de preguntas posibles.
Según el número de concursantes que lleguen sales con esas casillas de ventaja frente al cazador.
Se lee la pregunta y el primero que le de a un botón puede responder. Los fallos no penalizan, lo que no se puede decir es paso.
Luego el Cazador tiene sus 2 minutos y si responde menos que el equipo de concursantes, se entrega el bote.
En caso de que gane el Cazador, las reglas del programa deciden que quien haya respondido más preguntas en la fase final se quedan al siguiente programa.
El día D
El día de la grabación, pille el ave de Valencia a Madrid. Al llegar ahí descubrí el engranaje de la tele, había un chofer esperando que me llevó a un polígono donde en una nave se encontraba el set de grabación.
Al llegar me estaba esperando alguien del equipo de casting que me llevo a un camerino donde estaba solo. Maquillaje, vestuario y reunión con guionistas.
Dos horas después y a 5 minutos de empezar el programa nos presentaron al resto de concursantes y a plató.
Justo antes de entrar a grabar nos dicen que había uno de los botes más grandes de la historia del programa 125.000€.
El programa puedes verlo en el siguiente enlace para no hacerte spoiler
Una lección de Teoría de Juegos
Si ya viste el programa te cuento mi feeling.
Estuvimos muy cerca de llevarnos el bote y realmente con las preguntas que nos tocaron podíamos haberlo conseguido.
¿Cuál fue el problema?
Los incentivos….
En la ronda final llegamos los cuatro concursantes. La lógica implicaría que con un bote de tanto importe todos quisiéramos maximizar nuestras posibilidades de ganar el bote.
Las cantidades que habíamos acumulado cada uno eran insignificantes comparado con la posible recompensa.
El problema es que al no conocer a los concursantes no sabes qué estrategia va a seguir cada uno y todo va muy rápido.
Desde que cambió la dinámica del programa había muchas quejas de los espectadores porque varios utilizaban la estrategia de apretar el botón se supieran o no la respuesta y así conseguían responder todas y algunas preguntas fáciles o de sí o no, acumulaban y garantizaban su participación en el siguiente programa.
Inocente de mí pensé que nadie sería así porque llegar con cuatro concursantes a la ronda final te da una ventaja frente al cazador que en pocas ocasiones tienes.
Pero las primeras preguntas ya me demostraron que había más interés de uno de los participantes en acaparar las respuestas que en llevarnos el bote.
Luego de varios intentos desperdiciados de responder preguntas que me sabía al final me frustré y dejé de intentarlo. 18 aciertos frente a Orestes se antojaban en pocos y aunque cazamos algún rebote no fue suficiente.
Estuvimos a 10 segundos de 125.000€ que luego de impuestos habrían supuesto unos 25.000€ por concursante.
No os voy a negar que me fastidió bastante, ni siquiera me hice una foto con alguno de los cazadores a la salida y el tren de vuelta se me hizo más largo de lo habitual.
Unos meses después valoraría que el gran regalo y por lo que había ido al programa era por cumplir el deseo de mi abuela y estuve a varios minutos de que no pudiera hacerlo.
Ayer aún sin cobrar los 900€, pude ver el programa con ella y ¿sabéis que?
Haber ganado el bote y que mi abuela no lo viese me habría marcado más que “perderlo” pero poder compartirlo con ella.
No me hice rico en la tele pero sí hice feliz a quien me ha hecho rico de otra manera.
Quizás más adelante la vida me depare alguna otra sorpresa…..
Totalmente de acuerdo con Juan Carlos, las buenas personas siempre triunfan....
Hay regalos en la vida que no están cotizados y su valor es inalcanzable y por descontado no se le puede poner precio. Seguro que la vida te sigue recompensando.