Aprende con los Cursos de ETFs y Fondos de Inversión
Descuento del 20% con el Cupón “REGALO”
Cada época en bolsa se recuerda por el nombre de uno o varios inversores. Si viajáramos a 1970s no habría uno más popular que Gerald Tsai.
En unos años donde Buffett y Munger eran aún desconocidos para el gran público y Bogle luchaba por hacerse con el control de Wellington, Tsai marcaba el ritmo de Wall Street.
Hoy os cuento su historia.
¿Quién era Gerald Tsai?
Nació en 1929 en China, en una familia relacionada con el mundo financiero. Con 18 años se mudó a Estados Unidos donde estudió en la Universidad de Boston.
En 1951 logró entrar a trabajar al sector financiero con un puesto de analista en Bache & Company. Allí solo estaría un año antes de unirse a Fidelity, la firma más importante de Boston para aquel entonces.
Ascendió rápidamente en la compañía y obtuvo la gestión de dos de los principales fondos de la gestora.
¿Cuál era su estilo de inversión?
Tsai quizás haya sido uno de los inversores momentum más famosos de la historia. Luego de la crisis en bolsa del año 62 se dieron los ingredientes para una de las mayores subidas vistas en esa década.
Las rentabilidades conseguidas por Tsai llamaron la atención de los mayoristas, una especie de visitadores farmacéuticos que buscaban los mejores fondos que recomendar a los brokers locales.
Su método era una gran novedad para los inversores en valor existentes. Ignoraba los fundamentos empresariales y el valor intrínseco de una acción, y se centraba en los gráficos de las acciones y los indicadores técnicos. Es decir, prestaba atención a los nombres glamurosos y al impulso de los precios.
Se jactaba de entrar y salir de las acciones en un abrir y cerrar de ojos.
«La clave es el aumento de los beneficios por acción. Entonces, si te equivocas en el momento oportuno, puedes retirarte un año después, dos años después, porque el precio de las acciones acabará poniéndose al día y reflejará los beneficios
Tsai y Fidelity se convirtieron en apuesta segura para conseguir ventas. El tamaño del fondo se disparó y con ello también apareció un fenómeno curioso.
Acción que Tsai compraba, acción que el boca-boca disparaba su interés. Con esa cantidad de “imitadores” era sencillo que la estrategia momentum funcionará.
La historia del Manhattan Fund
Como decimos en Cuba a Tsai se le subió la fama para la cabeza y al darse cuenta de que no sería el sucesor al mando de Fidelity vendió sus acciones y con los 2 millones obtenidos logró los requisitos para lanzar su propio proyecto: Manhattan Fund.
La oferta inicial marcó un record con más de 240 millones de dólares captados casi el 15% de todo el dinero que entró a la industria de fondos en Estados Unidos ese año.
Tuvo dos años de gloria con grandes rentabilidades pero en 1968 se torció el asunto. Su fondo se encontraba como el sexto de peor rendimiento del país. Tsai decidió vender la compañía a CNA por 30 millones.
Gran negocio para él, pobre para sus inversores que vieron como en los siguientes años el fondo perdió casi un 90% de sus activos. CNA lo vendió a Neuberger Berman en 1979 con casi 70 millones en pérdidas acumulado.
La vida después de la crisis
Con los millones acumulados y la venta de las acciones de CNA, montó una firma de brokers con su nombre, para luego entrar en el sector asegurador.
Fue el creador de Primerica, uno de los multiniveles más grandes de Estados Unidos que luego de fusionarse con Commercial Credit Group le llevó a aumentar su fortuna en otros 40 millones.
Para finales del siglo llegó a dirigir varias aseguradoras como Delta Life.
Fue un destacado filántropo y en la universidad de Boston hay un centro de investigación que lleva su nombre debido a las donaciones millonarias que realizó.
Newsletter patrocinada por Scalable Capital
Bróker especializado en ETFs