Aprende con los Cursos de ETFs y Fondos de Inversión
¿Recuerdas cómo aprendiste a conducir o tu primera vez en bicicleta?
Al principio te mueres de miedo y tienes rechazo por los errores y la sensación de no controlar lo que te puede pasar. Luego vas aprendiendo, le pillas el gusto y vas perdiendo el miedo.
Pasan meses y parece que el miedo inicial era ridículo, hasta que llega el día en el que pasas un gran susto. Algunos sustos son mortales, otros dejan secuelas y la mayoría te devuelve al menos a la situación inicial de saber que por mucho que lleves tiempo hay cosas que escapan de tu control.
Invertir no difiere mucho de esto.
Los mercados alcistas traen muchos males al inversor de a pie.
La creencia de que todo siempre sube, que no importa la diversificación o la aparición de falsos profetas son algunos de los más comunes. Los inversores olvidan de que las caídas existen, de que las correlaciones no son estáticas y que todo lo que puede salir mal, termina sucediendo.
Pasan los años, los ciclos económicos y los inversores siguen cometiendo los mismos errores, movidos por la avaricia.
Si con un patrimonio de 10.000€ logro ganar 2000€ al año, ¿qué me impide ganar 4000€?
Los altos tipos de interés de un préstamo al consumo le enfrían el pensamiento al inversor avaricioso por algún tiempo, pero no les quitan la idea de la cabeza
Unos se pasan a los derivados y juegan al filo del abismo con el apalancamiento.
Otros reciben un email de su entidad con una invitación a cumplir sus sueños en pocos pasos solo asumiendo “un pequeño riesgo” y endeudándote un poco.
Esa invitación de moda es la pignoración de activos.
¿Qué es la pignoración de activos?
La pignoración funciona mediante la creación de un derecho real de garantía sobre activos financieros, donde el prestamista retiene la titularidad económica de los fondos pignorados mientras el prestatario mantiene la propiedad jurídica.
Vamos que a cambio de dejar de garantía unos activos, te dan más dinero para invertir o para el motivo que quieras.
La ratio Loan to Value (LTV) oscila típicamente entre el 50% y 80% del valor de mercado de los activos, dependiendo de su volatilidad histórica y clasificación regulatoria.
Por ejemplo, MyInvestor aplica un LTV máximo del 80% para carteras automatizadas de roboadvisor, reduciéndose al 70% para ETFs y fondos estándar.
La inmovilización de las participaciones pignoradas impide su venta o traspaso durante la vigencia del préstamo, aunque permite recibir distribuciones de dividendos o intereses.
Riesgos de la Pignoración
El riesgo más importante de estas operaciones surge de la cláusula de margin call, que se activa cuando el valor de mercado de las garantías cae por debajo de niveles predeterminados.
Por ejemplo MyInvestor establece dos umbrales críticos:
Advertencia a 30% de caída: Requiere aportación adicional de garantías o amortización parcial
Ejecución automática a 40% de depreciación: Liquidación forzosa de activos para cubrir la exposición
Veamos un caso hipótetico de una cartera de 50.000€ pignorada al 80% (40.000€ de préstamo):
Una caída del 25% en el valor de los fondos reduciría el colateral a 37.500€, disparando la LTV efectiva al 107%. Este aumento haría que le debas más dinero a la entidad de lo que entidad puede recuperar sino le devuelves por lo que con un poco más de caída, recibirías la llamada.
En esa llamada te dan dos opciones.
Proporcionar más activos como garantía
Amortizar parte del préstamo.
Aunque los tipos nominales (3.5%-4.95% TIN en MyInvestor) parecen competitivos frente a préstamos personales, no pierdas de vista lo siguiente:
Si los fondos pignorados generan menor retorno que el coste del préstamo, se erosiona el patrimonio neto.
Si el tipo de interés es variable el coste puede dispararse ante subidas de tipos de interés. Si justo esto coincide con una caída bursátil tienes la tormenta perfecta.
Los activos pignorados no vas a poder rebalancearlo o traspasarlos a otros activos incluso en la misma entidad.
Cada entidad también establece restricciones sobre que activos son pignorables:
En MyInvestor por ejemplo tienen 700 fondos admitidos, excluyendo acciones individuales y criptoactivos. Se incluyen sus carteras automatizadas y ETFs.
Las garantías estarán bloqueadas por dos años antes de permitir cambios. Se pueden ir liberando proporcionalmente a la amortización del préstamo.
No te olvides que la sartén la tienen por el mango ellos, por lo que si reclasifican fondos como no pignorables tienes un riesgo operacional importante.
¿Entonces para quién es interesante la pignoración?
En mi opinión la pignoración solo es interesante para perfiles agresivos con alta tolerancia a volatilidad o perfiles con muy alto patrimonio que solo pignoran una parte muy pequeña de su patrimonio.
Logran aumentar su capital invertido pero en un caso extremo tendrían capital suficiente para amortizar el préstamo o añadir fondos.
Si no estás en ese caso y no tienes capital disponible, al menos del mismo tamaño que los activos pignorados, no entres en esa rueda.
Tu salud financiera y mental te lo agradecerá.
En caso de necesidad, ¿Qué %de la cartera "recomiendas" pignorar? Gracias por el aporte